Se trata de un duelo directo por la séptima posición, que otorga el derecho a disputar el repechaje rumbo a la Copa del Mundo. Venezuela parte con ventaja: tiene un punto más y juega como local en este enfrentamiento clave.
La Vinotinto dio un paso importante en la última jornada al vencer por la mínima a Perú, lo que, unido al tropiezo de Bolivia, la dejó en la séptima posición. El equipo de Fernando Batista ha logrado anotar en seis partidos consecutivos, casi siempre un solo gol, pero esa regularidad le permitió sumar puntos valiosos, incluyendo empates ante Brasil y Argentina en casa. Venezuela no destaca por su poder ofensivo, pero sí por su orden, compromiso y una plantilla con jugadores en ligas europeas competitivas.
El conjunto dirigido por Óscar Villegas sigue mostrando su falta de contundencia. En el último partido no pudo marcar a Uruguay, pese a realizar 32 remates y 16 saques de esquina, algo inusual para la Verde. También fue más activa ante Perú (15 tiros), pero cayó por 1-3. Aun así, una igualdad le permitiría mantenerse cerca de Venezuela antes de recibir a Chile, colista del grupo, en la altura de La Paz, donde Bolivia suele hacerse fuerte.
Bolivia podría conformarse con el empate, pero difícilmente dará el golpe como visitante ante un Venezuela más armada, mejor estructurada y con mayor calidad individual. A pesar de ello, no se espera un festival de goles: ambas selecciones tienen problemas para finalizar.
